jueves, 6 de diciembre de 2012

PAUTAS PARA PADRES SEPARADOS



Aquí os dejamos estas pautas, para aquellas familias que lo necesiten.
El Equipo de Orientación.


DEDICA UN TIEMPO PARA EXPLICAR A TU HIJO/A LA NUEVA SITUACIÓN FAMILIAR.

 Es importante mantener una actitud abierta y clara, explicar sinceramente (sin detalles dolorosos) lo que está pasando y el porqué, favoreciendo el que comprendan la situación y que sus padres están sintiendo, sin culpar a nadie y mucho menos a los hijos/as.
Elegir para ello el momento apropiado, estimular que pregunten lo que deseen y contestarles con sinceridad, teniendo en cuenta su edad, capacidad de comprensión y sus características personales. Además, es conveniente permitirles expresar sus sentimientos ante el divorcio cuando así lo deseen.
Se ha comprobado que es preferible para la estabilidad emocional de los hijos, unos padres separados pero felices a unos padres juntos pero que viven peleando, sin llevar ninguna relación de amor. Ellos llegarán a entenderlo, si es bien manejado e incluso podrán llegar a asumirlo como una experiencia más de su vida que los hará crecer como personas.
¿Que deben saber los hijos/as de la separación de sus padres?
Necesitan escuchar lo que va pasar entre los dos padres, cosas como:
– Que se están separando y por qué, utilizando un lenguaje apropiado y sin detalles (por ejemplo, que papá y mamá ya no pueden y no desean vivir juntos y que a partir de ahora vivirán en distintas casas).
– Que la separación es definitiva y no existe la posibilidad de volver atrás.
– Que ambos padres les siguen queriendo igual o más que antes y que serán visitados por el padre/madre que no tenga su custodia.
– Que ellos no tienen la "culpa". La responsabilidad es de papá y mamá por igual.
– Quién cuidará de ellos.
– Con quién vivirán.
– Dónde vivirá cada padre.
– Cuándo verán al padre ausente.


MENSAJES CLAVES PARA RECORDAR AL NIÑO:

 La decisión de separarse es exclusivamente de los padres. Ellos han tomado esta decisión porque creen que es lo mejor para todos los componentes de la familia. Los hijos no han tenido nada que ver en esta decisión.
 Los padres no se han separado porque el niño se haya portado mal, pues otras veces lo ha hecho y no ha ocurrido así.
 Resaltar al niño que cuenta con el cariño de muchas personas que se preocupan por él y desean que sea feliz (abuelos, amigos, profesores,...). Por tanto, ha de borrar ese miedo que siente a ser abandonado, a quedarse sólo.
 Seguirá disponiendo de ambos padres, en todos los aspectos que él precise, aunque ya no vivan juntos.
 Siempre que le preocupe algo o se sienta mal, podrá hablar con los padres; ello le hará sentirse mejor.
 Aunque los padres se hayan separado, el niño puede igualmente amar y ser amado; no tiene por qué repetirse esa situación siempre.
 Los padres demuestran su amor de muy diversas maneras. Puedes sentir que tus padres te siguen queriendo si intentan estar contigo todo el tiempo que pueden, si te ayudan cuando lo necesitas y si te escuchan.


POSIBLES REACCIONES DEL NIÑO/A.

Las consecuencias que sufre el hijo/a de padres separados estarán más relacionadas con las desavenencias familiares previas y con el papel que hacen jugar al niño en la separación, más que con la propia separación. Ésto, junto con la edad y la madurez del propio niño condicionarán la forma en la que esta separación influirá en su desarrollo.
Consecuencias psicológicas en los hijos/as:
Cuando ocurre una separación, los hijos experimentan duelo por la pérdida de la vida con los padres juntos y de la estabilidad familiar, además de una amplia gama de sentimientos. Los hijos/as pueden experimentar sentimientos de CULPA por la percepción de que ellos pudieron ser los responsables de que sus padres se separaran, situación que en muchos casos se presenta por el señalamiento de alguno de los padres o de ambos hacia el hijo "que con sus comportamientos hizo que su papá o mamá se fuera". También pueden experimentar RABIA ante alguno de los padres o ante ambos por lo que está viviendo, así como IMPOTENCIA por la sensación de no poder hacer nada para evitarlo y, por supuesto TRISTEZA ante todo lo que está presenciando.
Pueden encerrarse en sí mismos como parte de un mecanismo de defensa contra el daño que la separación les ocasiona, o pueden mostrar rebeldía, fallos en la escuela... Sin embargo, no todos los niños reaccionan de la misma manera, lo que depende fundamentalmente de sus características personales y de cómo se esté manejando la situación de separación o divorcio.
La diversidad de experiencias que viven los hijos después de la separación de los padres trae consigo consecuencias positivas ya que salen de ella reforzados y más maduros que sus coetáneos pertenecientes a familias unidas.

¿Cómo influye la edad y madurez del niño/a?
Los niños más pequeños, disponen de menos mecanismos para elaborar lo que está pasando:
– De 1 a 3 años, en la época de la separación es probable que se vuelva muy tímido, se comporte como un niño más pequeño que su edad afectiva, requiera mucha más atención y tenga pesadillas nocturnas.
– De 3 a 6 años, el niño no entiende todavía qué es una separación, pero al notar que uno de los miembros de la pareja no duerme en casa, es probable que piense que es por su culpa, y reaccione de formas opuestas: o se vuelve muy obediente (pensando que si es bueno el padre volverá) o también mucho más agresivo o rebelde de lo que su carácter haría esperar. También pueden negar la ruptura tanto a sí mismos como a los demás (mienten a los parientes o amigos diciendo que sus padres todavía duermen juntos de noche, y ellos siguen jugando con muñecas durante meses, simulando su propia familia y haciendo que sus padres duerman uno al lado del otro).
– Hasta los 6 años puede aparecer un gran temor a ser abandonados, junto con una profunda sensación de pérdida y de tristeza. Pueden sufrir trastornos del sueño, de alimentación y adoptar conductas regresivas.
Cuando el niño es algo mayor puede sentirse la causa de dicha separación :
– De los 6 a los 9 años: aparecen sentimientos de rechazo, las fantasías de reconciliación y los problemas de lealtad. Es posible que los niños experimenten rabia, tristeza y nostalgia por el padre que se ha ido. En los casos en que los cónyuges han tenido conflictos graves, algunos hijos pueden vivir una lucha entre sus afectos por los padres y por la madre. Otras veces, se les descuida en el aspecto material, obligándolos a que preparen la comida, vigilen a los hermanos menores y asuman responsabilidades demasiado pesadas para su edad.
– De los 9 a los 12 años: suelen manifestar sentimientos de vergüenza por el comportamiento de sus padres, y cólera o rabia hacia aquel que tomó la decisión de separarse. Además aparecen los intentos de reconciliar a sus padres, el descontrol de los hábitos adquiridos y problemas somáticos (dolores de cabeza, estómago...)
En niños ya más mayores, suele desarrollarse una hipermadurez en parte positiva, pero a la vez peligrosa que pretende sustituir al progenitor ausente:
– De los 13 a los 18 años, la separación de los padres causará problemas éticos, y provocará, por lo tanto, fuertes conflictos entre la necesidad de amar al padre y a la madre y la desaprobación de su conducta. Siendo las reacciones más comunes en esta etapa una madurez acelerada (el adolescente adopta el papel del progenitor ausente, aceptando sus responsabilidades) o por el contrario podría adoptar una conducta antisocial (no acata ni acepta las normas, desobedece, aparecen conductas de robo, consumo de alcohol, drogas... ).

 PAUTAS PARA PADRES:

La relación de los padres debe estar libre de conflictos o de otra manera el hijo se sentirá desleal a un padre por querer al otro. Los padres deben permitir que los hijos se diviertan y disfruten a cada padre. No deben entrometerse en el tiempo que tienen para cada uno. Los padres que saben apoyar la relación de los hijos con el otro padre ofrecen estabilidad emocional a sus hijos.

 Es importante que los hijos/as sigan manteniendo una relación con los dos padres.
 A veces, los hijos/as y padres que antes no eran cercanos pueden utilizar esta experiencia para establecer una relación más cercana y profunda.
 Los hijos/as necesitan mirar a sus padres como personas razonables que decidieron terminar sus relación de una manera cuidadosa e inteligente.
 Los hijos/as necesitan admirar a sus padres y mirarlos como personas que saben echar a un lado sus diferencias para poner en primer lugar lo que es mejor para sus hijos
 Los hijos/as necesitan tener el apoyo de los dos padres. Necesitan saber que no serán olvidados.
 No caer en la sobreprotección del hijo/a, sino seguir tratandole como a un niño/a de su edad. Si no "no le ayudaremos a crecer", acabará comportándose de forma inmadura y más infantil de lo que le corresponde.
 Todas las personas tienen virtudes y defectos; también los padres. Hablar con el niño del otro progenitor con argumentos reales, sin caer en la ficción.
 Es preferible que, los días de encuentro, no se llenen excesivamente con actividades, pues si se ocupa el tiempo en hacer demasiadas cosas, no hay tiempo para charlar, comunicarse,...
 Los puntos más conflictivos de los padres tras la separación suelen ser: los hijos, el dinero y las nuevas relaciones. Intente ser objetivo y no intentar poner al hijo de su parte. Hay que intentar solucionar estas cuestiones, sin involucrar a los hijos.
 Haga un plan que le permita a sus hijos ver y hablar con sus dos padres:
– Mantenga contacto con sus hijos, que no se sientan olvidados
– Cerciórese de que sus hijos saben que cuentan con la ayuda de ambos padres
– No cancele los planes que haga con su hijo
– Haga un hogar para en la casa de cada padre con un lugar para sus juguetes, ropa y otras cosas.
– Hable con sus hijos regularmente por teléfono.
– Tenga sus hijos preparados para las visitas del otro padre
– Este a tiempo para recibir a su hijo
– Mantenga la comunicación entre padres abierta.

No cometa los siguientes ERRORES:
 Transmitir al niño/a información negativa relativa al otro padre.
 Tratar de controlar al otro padre.
 Utilizar a su hijo/a para comunicar mensajes entre ambos padres y/o interrogarlo intentando explorar qué hace o deja de hacer el otro.
 Enviar pagos a través de su hijo.
 Pelear o discutir delante de su hijo/a.
 Someter a su hijo a la difícil situación de escoger con qué progenitor quiere quedarse (ésto genera angustia y sentimientos encontrados).
 Utilizar a su hijo para dañar otro padre.
 Estancarse en el pasado reviviendo el dolor delante del niño.
 Comunicar su enojo y dolor a través de los hijos /as.
 Utilizar al niño/a para obtener beneficios propios.
 Amenazar a su hijo como un castigo a su comportamiento, con llevarlo o dejarlo con el otro progenitor.
 Hacer regalos a los hijos/as para tratar de llenar espacios de afecto y no sentirse culpables.
 Fomentar fantasías de reconciliación.

Los hijos/as se sienten mejor cuando sus padres:
 Aprenden a controlar su enojo y sus sentimientos lastimados.
 Dejan de pelear y avanzan con sus vidas.


 PAUTAS PARA PADRES QUE VIVEN CON SUS HIJOS/AS.

 Mantenga constantes al máximo los aspectos habituales de tu hijo: domicilio, entorno, relaciones con los padres, colegio, horarios, etc.
 Trate de proteger las opiniones positivas que tu hijo tenga de ambos padres.
 Facilite la relación de tu hijo con el progenitor, siendo flexible en los horarios, etc.
 Trate con el progenitor no custodio todo lo relacionado con la educación, la salud, etc, de vuestro hijo.
 PAUTAS PARA PADRES QUE NO VIVEN CON SUS HIJOS/AS.
 Los hijos/as no son objeto de lucha.
 Es necesario estar con ellos para darles amor.
 Los hijos aprenden de tu comportamiento.
 Trate de proteger las opiniones positivas que tu hijo tenga de ambos padres.
 Los hijos necesitan al padre y a la madre. Nadie puede darle lo que él necesita sino sus padres. Para ellos el padre y la madre son únicos e irremplazables.


 RÉGIMEN DE VISITAS
Los niños tienen el derecho de ver y estar con sus padres cuando así lo deseen, por lo que no es conveniente prohibírsele el poder hacerlo. Pueden conversar y llegar a un acuerdo acerca del régimen de visitas, vacaciones...y por supuesto también deben acordar mutuamente las normas a enseñar en ambos hogares para que no existan confusiones.
Por todo esto, deben tratar de llevar una relación respetuosa entre ambos. Durante todo este proceso de separación, los hijos necesitarán más de cada uno de sus padres, por lo que sería adecuado compartir el mayor tiempo posible con ellos y expresarles su amor incondicional hacia ellos asegurándoles que ésto no cambiará.

 SI EXISTE UNA NUEVA PAREJA
En el caso de que exista una nueva pareja, es necesario darle tiempo al niño para que la conozca y se adapte a la nueva relación, deje que sea él quien decida como llamarla, teniendo en cuenta que es preferible el papel de una buena amiga o de un buen amigo que no asuma las responsabilidades y aplique normas disciplinarias, que le corresponden a su padres biológicos